Dilema ético.

Estimados lectores,

Con el propósito de enriquecer nuestro entendimiento ético y filosófico, me dirijo a ustedes para informarles sobre la emocionante actividad que nos aguarda en esta ocasión. En esta coyuntura, nos embarcaremos en un apasionante debate sobre una serie de dilemas éticos cuidadosamente seleccionados.

La tarea que nos espera consistirá en la lectura detenida y reflexiva de un dilema ético previamente preparados. Después, cada uno de nosotros tendrá la oportunidad de responder a una pregunta específica relacionada con el dilema ético que les haya sido asignado. Esta actividad no solo requerirá un análisis profundo de los problemas morales planteados, sino también una reflexión crítica sobre las posibles soluciones y sus implicaciones éticas.

El debate que se generará a partir de sus respuestas será una valiosa oportunidad para intercambiar ideas, perspectivas y opiniones. La diversidad de enfoques y puntos de vista enriquecerá nuestra comprensión colectiva de los dilemas éticos y nos permitirá explorar la complejidad de las decisiones morales en diferentes contextos.

Es importante que cada uno de nosotros se prepare de manera adecuada para este debate. Necesitamos recordar que el objetivo no es llegar a una conclusión definitiva, sino más bien explorar las diversas perspectivas y comprender la naturaleza multifacética de la ética.

 Cada opinión y argumento contribuirá al enriquecimiento de esta discusión y nos acercará más a una comprensión más profunda de los temas éticos que enfrentaremos.

*¿A qué dilema ético me enfrento?*

En esta ocasión, nos encontramos con un dilema ético que involucra a Miguel y Tadeo, quienes han sido compañeros de estudio desde el primer año de la Enseñanza Secundaria, a pesar de no formar parte del mismo círculo de amistades. El año pasado, completaron sus estudios de bachillerato y se presentaron a la prueba de acceso a la universidad, ambos con el deseo de estudiar Medicina, carrera para la cual se requiere una nota superior a 7,6. Tadeo logró obtener un 7,5, quedándose fuera de la posibilidad de matricularse, mientras que Miguel obtuvo un 6,5. Sin embargo, Miguel tiene una discapacidad que le impide mover las piernas y depende de una silla de ruedas, por lo que solicita ser admitido considerando su condición de discapacidad y la existencia de plazas reservadas para personas en su situación. La pregunta que surge es: ¿Debería la administración educativa otorgarle la plaza a Miguel, a pesar de que su nota sea inferior a la de Tadeo?

-La interrogante que se nos presenta es bastante compleja y requiere un análisis detenido. Sería prudente examinar diversas perspectivas y considerar distintas ideas antes de ofrecer una respuesta sólida y fundamentada. Es importante tener en cuenta todos los aspectos relevantes de la situación y sopesar cuidadosamente las implicaciones éticas y prácticas de cada posible curso de acción.-

*La posición que he adoptado frente a la situación propuesta es la siguiente:*

La complejidad de la situación radica en el equilibrio delicado entre consideraciones éticas y prácticas. Por un lado, es innegable que la discapacidad física de Miguel, que afecta su movilidad, constituye un factor relevante que debe ser tomado en cuenta al evaluar su solicitud de admisión. El principio de igualdad de oportunidades sugiere que se debe garantizar un acceso equitativo a la educación para todas las personas, independientemente de su condición física o discapacidad.

Por otro lado, el proceso de admisión a la universidad se sustenta en méritos académicos, como las calificaciones obtenidas en la prueba de acceso. En este sentido, Tadeo ha demostrado un buen desempeño al obtener una nota ligeramente superior a la requerida para estudiar Medicina, lo que sugiere un nivel de preparación académica adecuado para cursar esta carrera. Por el contrario, Miguel ha quedado por debajo de este umbral, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para afrontar con éxito las exigencias académicas de esta disciplina.

El rendimiento académico de Miguel no se ve afectado por su discapacidad, ya que esta afecta su movilidad y no su capacidad cognitiva. Ambos han tenido igualdad de oportunidades y posibilidades académicas.Es decir, Miguel no se ve afectado por ningún impedimento cerebral, intelectual o con su capacidad de razonamiento.

En última instancia, la decisión debe tomar en cuenta los valores de equidad, justicia y respeto a la dignidad humana. Es necesario encontrar un equilibrio que permita conciliar estos principios, buscando una solución que sea justa y equitativa para todas las partes involucradas.

*Otro punto de vista...*

Es fundamental profundizar en la situación individual de Miguel para comprender plenamente los desafíos que enfrenta. Es posible que el accidente haya tenido lugar en un momento crucial de su vida académica, justo cuando se estaba preparando para la prueba de acceso a la universidad. Este suceso repentino y traumático podría haber tenido un impacto profundo en su bienestar emocional y mental, así como en su capacidad para concentrarse en sus estudios y rendir al máximo de su potencial. La lesión física resultante también puede haber creado obstáculos adicionales, como la necesidad de adaptarse a un nuevo estilo de vida y afrontar desafíos de movilidad y accesibilidad.

Además, es importante considerar cómo el accidente ha afectado la autoestima y la motivación de Miguel. Es probable que haya experimentado sentimientos de frustración, ansiedad y pérdida de confianza en sí mismo a raíz de su lesión. Estos aspectos emocionales pueden haber influido en su rendimiento académico, dificultándole mantener el enfoque y la dedicación necesarios para alcanzar sus metas educativas.

En este sentido, es fundamental adoptar un enfoque compasivo y empático al evaluar la situación de Miguel. Reconocer y abordar sus necesidades emocionales y psicológicas, así como sus desafíos físicos, es esencial para brindarle el apoyo adecuado y ayudarlo a superar las dificultades que enfrenta. Asimismo, es importante ofrecerle oportunidades equitativas de aprendizaje y evaluación, teniendo en cuenta las circunstancias únicas de su situación y brindándole el apoyo y la asistencia necesarios para que pueda alcanzar su máximo potencial académico.

Al llevar a cabo esta tarea, he invertido una considerable cantidad de tiempo y energía en examinar detenidamente las diversas perspectivas que podrían aplicarse en relación con la situación presentada en el texto. He dedicado esfuerzos significativos para comprender mejor las implicaciones éticas y prácticas involucradas, explorando así un amplio espectro de argumentos y consideraciones relevantes. Este proceso ha requerido un compromiso constante con la reflexión y el análisis, lo que me ha permitido obtener una visión más profunda y completa del tema en cuestión.

Quisiera expresar mi más profundo agradecimiento por permitirme participar en esta tarea. Ha sido un verdadero placer contribuir y compartir ideas sobre este tema tan importante. Espero sinceramente que mis aportes hayan sido de valor y hayan enriquecido este tema.

Con un magno agradecimiento de Álvaro Brun Selma.